22 DE ABRIL DÍA MUNDIAL
DE LA TIERRA
MOMENTO DE REFLEXIÓN
Tenemos que Apreciados Jóvenes mirar y analizar lo siguiente:
El Día de
la Tierra es un día celebrado en muchos países el 22 de abril. Su promotor, el
senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día para crear una
conciencia común a los problemas de la superpoblación, la producción de
contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones
ambientales para proteger la Tierra. Espero que estos videos nos hagan tomar
conciencia y salvar lo más hermoso que tenemos a nuestro alrededor: Nuestro
Planeta Tierra.
Queramos reconocerlo o no, y aunque pueda parecer
una opinión catastrófica, lo cierto es que el planeta se encuentra en una
encrucijada. No lo dicen solamente los ecologistas, sino importantes
investigadores, científicos, pensadores, responsables sociales e incluso altos
mandatarios políticos.
Sabemos que es fácil, y con frecuencia inútil, caer
en la interminable enumeración de problemas y catástrofes ambientales que
soporta nuestro planeta. Describir calamidades no es agradable, ni para el que
las cuenta, ni para el que las escucha, pero únicamente la información y la
concientización pueden corregir situaciones equivocadas y mitigar sus
consecuencias.
Actualmente existen una serie de problemas humanos
y ecológicos que necesitan urgente solución. Los problemas que siguen son
algunos de los más importantes:
Presión demográfica
La población mundial se incrementa en 90 millones
de personas cada año. Esta saturación demográfica es la causante indirecta del
aumento de los problemas sociales en el mundo, como la emigración, el racismo,
la xenofobia, por mencionar algunos; así como del agravamiento de los
conflictos bélicos y la conculcación de los derechos de la persona -en zonas
políticamente complejas-, del hambre y las epidemias, de la expoliación que
sufren los recursos naturales, del aumento del consumo energético y los
problemas añadidos de contaminación en el agua, en la tierra y en el aire.
La degradación del aire
La atmósfera de este planeta está enferma, y son
muchas las agresiones que constantemente recibe. Todos los seres que habitan
este planeta absorben, de una u otra forma, gases y partículas peligrosas para
su salud, capaces de desencadenar mutaciones genéticas, problemas congénitos y
distintos tipos de cáncer.
El problema del agua
El futuro acuífero del planeta es incierto. El
planeta renueva y limpia constantemente su sangre, siempre en movimiento: el
agua, gracias al poderoso sistema circulatorio que constituyen las aguas
subterráneas, los ríos y los océanos. Pero el hombre ha encontrado elementos y
situaciones capaces de traspasar e incluso destruir barreras y filtros
naturales, fabricando y vertiendo, sin ningún escrúpulo, componentes no
biodegradables, que al quedar incluidos a perpetuidad en el ciclo vital del
agua, se han convertido en el SIDA del Planeta.
El problema de qué hacer con la basura
En los últimos años se han diseñado, fabricado y
utilizado sistemas, tecnologías y programas de gestión de residuos
infinitamente costosos y sofisticados. Posteriormente, se han podido observar
los graves problemas medioambientales ocasionados por estos supuestos remedios,
que a la postre han resultado peor que la enfermedad. La solución es tan simple
que se resume en unas letras: Reciclado.
Sustancias y residuos peligrosos
Los desechos químicos industriales, los metales,
los residuos tóxicos como el cloro, entre otros, invaden nuestros hogares,
calles y campos, arrojados con escaso o nulo control y con total
irresponsabilidad hacia el entorno y hacia nosotros mismos. El caso de los
plaguicidas es especialmente claro y a la vez preocupante. Tras ser una panacea
durante mucho tiempo, los plaguicidas han perdido aceleradamente su prestigio.
Algunos de ellos se han develado poco eficaces, y los más efectivos han sido
declarados peligrosos para la salud. Contaminan las aguas, corrompen los
cultivos, ensucian la atmósfera, envenenan la salud de los consumidores y
causan graves enfermedades e incluso la muerte a los agricultores y asalariados
que los aplican.
Deterioro de la capa de ozono
Se ha demostrado que los CFCs, además de destruir
la capa de ozono, pueden causar problemas de salud, como arritmias cardiacas,
dolencias pulmonares, pérdida de memoria, trastornos psicomotores, entre otros
problemas. Sin embargo, este panorama parece pesar menos en el ánimo de los gobernantes
que los intereses económicos de determinados sectores industriales y políticos.
Aunque en menor medida, se continúan fabricando y comercializando productos
elaborados con CFCs, porque así interesa a unos pocos en perjuicio de todos.
La energía
Es la causante indirecta de gran parte de la
contaminación, contribuyendo de forma fundamental al efecto invernadero y al
calentamiento global del planeta. Los carburantes de automoción son
responsables del mayor porcentaje de emisión de C02 a la atmósfera. En un
principio se creyó que la energía nuclear sería la solución definitiva a la
contaminación por combustibles fósiles, pero el resultado ha sido marcadamente
distinto. No sólo no se ha acabado con el problema de los contaminantes, sino
que a estos se ha añadido el ingobernable problema de qué hacer con los
residuos radiactivos. Si a esto sumamos el peligro potencial de un accidente en
las centrales nucleares, encontramos pocas razones para apostar por la energía
nuclear en el futuro.
Lluvia ácida
La combustión de carbón y petróleo efectuada en
centrales eléctricas, industrias, vehículos de automoción y calefacciones, ha transformado
la lluvia, tan apreciada para acabar con la sequía, en la llamada "lluvia
ácida" o "la muerte que cae del cielo", nubes de agua
envenenadas con ácido sulfúrico, que convierten los bosques más frondosos en
desolados desiertos.
Fauna en peligro de extinción
Desde hace algún tiempo está de moda salvar
especies en peligro de extinción, pero desgraciadamente son muchas las que ya
han desaparecido bajo la mano del hombre. Las causas son bien conocidas:
matanza de focas y ballenas, caza irresponsable e indiscriminada, comercio de
pieles y animales, destrucción de nidos, perturbación de las zonas de
apareamiento, envenenamiento de ríos y carroñero, políticas de explotación de
recursos, que suelen basarse generalmente en la consecución inmediata de
cuantiosos beneficios económicos, despreciando el daño ecológico y aplicando la
famosa máxima: "pan para hoy, hambre para mañana".
Creo que si se pudiera expresar en una sola frase
la reflexión colectiva, ésta debiera ser: "¡Por todos los dioses, qué
hemos hecho con el planeta Tierra!" Sólo con una actitud así, colocándonos
humildemente ante la culpa y asumiendo la obligación de recomposición, podremos
asegurar que con cada nuevo día que transcurra, el planeta no sea más sombrío.
La única recomposición posible es cambiar completamente
de actitud en cuanto al uso de la Tierra y de sus recursos. Lo más positivo que
se puede hacer hoy es plantar un árbol. Si no hay espacio para un árbol, al
menos una planta de jardín, de balcón o de interior, pero al menos dar una
respuesta verde al negro petróleo derramado o ardiendo, a los humos que trepan
por todo el mapa terrestre, al inmenso chorro de basura, contaminación y
desperdicio que brotan del mundo civilizado. Aunque no lo lleguemos a sentir
con total precisión y lucidez: al árbol lo piden nuestros pulmones, nuestra
sangre, nuestra piel. Lo piden las aves que se extinguen o que se ven cada vez
más mermadas en su número. Lo piden los ojos, hartos de cemento, de hierro, de
papel y de movimiento vertiginoso.
Si hoy todos reaccionáramos con una nueva planta,
serían seiscientos millones de vegetales más en el planeta. Si fuéramos capaces
de mantener esa actitud durante todo un año, uno por mes, la Tierra comenzaría
a respirar nuevamente, los cánceres de pulmón y de piel disminuirían, y en la
próxima primavera tendríamos más aves. ¿No vale la pena hacer el intento?
No miremos lo que hace el vecino, sino que hoy o
mañana haya un nuevo vegetal plantado por nuestras manos. Si esto fuera así,
podríamos comenzar a ver el futuro con más esperanza. Personalmente creo que es
posible hacerlo.
Tomado de la página: http://www.angelfire.com/tn/tiempos/ecologia/texto47.html para el Blog de Ciencias Sociales de la Institución Educativa Comuneros.
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