domingo, 24 de abril de 2011

CONTINUACION DE LA GUIA No. 3

LOS EGIPCIOS


En medio del desierto surgió una de las civilizaciones más espléndidas de la historia. Logró sobrevivir durante 30 siglos que dieron como fruto su escritura, calendario, la medicina y maravillosas obras arquitectónicas que hoy continúan desafiando el inexorable rigor del tiempo. Y también bellísimos testimonios artísticos, las momias, los reyes-dioses, entre otras.

Su inmenso legado asombra a Occidente, no en vano los faraones Tutankamón y Ramsés captan el mayor número de visitantes a las grandes exposiciones organizadas en Francia durante los últimos 25 años; muy por encima de Picasso y Dalí; muchos más que Renoir, Manet, Gauguin y todos los impresionistas juntos.

Los egipcios fueron un pueblo que no solo florecieron intelectualmente, sino que también se adelantaron a muchas cosas que conocemos hoy en día como el arte, conocimientos acerca del cultivo, creencias astronómicas, etc.Los egipcios lograron hacer de su cultura un imperio casi impenetrable, claro que esto no fue de la noche a la mañana, sino que fue, como hemos dicho durante muchos años, quizá siglos, recopilando y adoptando aspectos, datos y cosas de otras culturas.

Sin duda este es un trabajo fascinante, que gustará a todo aquél que lo lea, ya que es una recopilación de varias fuentes bibliográficas, respetando de cada una sus fechas respectivas.


Historia   Orígenes

Los egipcios fueron un pueblo conservador por excelencia, lo que puede también explicar la fase relativamente atrasada en que se detuvo su religión; además de aceptar divinidades de otras razas, con las que entraron en relaciones hostiles o amistosas, conservaron con celoso cuidado las de las diversas religiones del país.

A los antiguos les atribuyó un origen africano creyendo que venían del Alto Nilo. Se sabe que hoy Etiopía, lejos de colonizar Egipto, fue colonizada por él, y que el pueblo egipcio desciende del grupo hamita de raza blanca, cuyas tribus poblaron África del Norte.Cabe agregar que los egipcios estuvieron en un tiempo bajo dominio de los hicsos (grupo asiático) hasta que los gobernadores tebanos del Alto Egipto lograron derrotarlos y expulsarlos (1580 a. C). Se inició entonces un período conocido como Nuevo Imperio, caracterizado por las conquistas militares de Egipto. Posteriormente, Egipto fue conquistada por otros pueblos.

Los egipcios fueron los más notables representantes de la raza camita, una raza africana que constituyó el núcleo de los primeros pueblos mediterráneos, y a la que se le suele asignar la mayor parte de las estirpes y lenguas que no pertenecen a las 2 grandes familias : la indoeuropea y la semita. Camita son, el copto, derivado directamente del egipcio el grupo de lenguas berberiscas, que todavía se habla en el África Septentrional, y la raza "kushita" que comprende, entre otros, el somalí, el gala y el dankali; al tronco camita parece corresponder, además, pueblos como los egeos de la civilización minoica de Creta; los vascos de España, los drávidas de la India, y algunas razas de la Polinesia.

En cuanto a los egipcios, en siglos pasados se les propuso originarios de una región llamada Punt, situada probablemente a lo largo de la costa Somalí. Estos antiquísimos Punistas procedentes del sur africano y convertidos en indígenas de las orillas del Nilo, habrían sido después sometidos por invasores septentrionales, portadores de una civilización más elevada que produjo el nacimiento de las dinastías.

En el curso del río se basa la posterior subdivisión del país en Alto Egipto (Tebaida), Medio Egipto (Heptanomida) y Bajo Egipto (Delta) con esta división se corresponden los tres grandes períodos históricos : Memfita, Tebano y Saíta, entre los cuales se distribuyen treinta y tres dinastías de faraones.


Sin el Nilo, todo el territorio egipcio sería un desierto árido e inculto. Es este río el que trae de lejanas regiones, en las que las precipitaciones son muy copiosas, el agua que permite junto a sus riberas los cultivos y la vida. Estas aguas a veces se desbordan originando las periódicas crecidas que obligan a los campesinos a un largo lapso de inactividad aunque a veces resultan insuficientes, sobre todo en las tierras distantes del curso del río.

Las pérdidas sufridas en la zona pantanosa y la carencia de afluentes en esta región árida comprometería quizá la existencia misma del río en el larguísimo recorrido medio e inferior, y el Nilo se agotaría a través de los miles de kilómetros de desierto que se interpone antes de alcanzar el mar.

El régimen hidrográfico del río Nilo se caracteriza por 2 crecidas anuales que se producen en verano de modo poco regular, por lo menos en su curso medio y bajo. El nivel del río comienza a subir en junio y alcanza su máximo en septiembre, para descender después gradualmente, hasta alcanzar su nivel más bajo entre febrero y junio. Las crecidas del Nilo se deben a la abundante aporte de sus 2 afluentes de la derecha, el Nilo Azul y el Atbara. En la crecida estival máxima del Nilo, ésta procede aproximadamente en un 80% del Nilo Azul, en un 15% del Atbara y sólo en un 5% del Nilo Blanco. El aporte invernal a veces es debido en gran parte al Nilo Blanco. Por ello, la prosperidad de Egipto depende de la crecida anual del Nilo que, al inundar una prolongada faja a lo largo de sus orillas las riega y fertiliza, depositando sobre ellas una sutil capa de limo.

El clima de Egipto es de tipo desértico mitigado únicamente el la costa mediterránea. Se caracteriza por la extrema escasez o incluso la falta absoluta de lluvias, por un cielo sereno durante largos espacios de tiempo, por temperaturas elevadas todo el año.

Durante varios siglos, el Alto Egipto afirma su unidad frente a la rebeldía del Delta, que se ha desarrollado completamente como una sociedad agrícola con artesanías y ciudades. El Alto Egipto mantiene su personalidad frente a los nubios del sur, los libios del oeste y los beduinos del desierto del este y de la península del Sinaí.

Se citan 3 reyes, llamados Escorpión, Narmer y Horus, como los unificadores de Egipto.

Egipto aparece precisamente como el "Reino de los 2 países" El Alto y el Bajo y su rey es una divinidad. Esta vive en el rey como en la imagen o en el animal sagrado; al morir el rey pasa a su sucesor. El rey es la encarnación de Horus, y tal concepción reposa en ideas bien vivas sobre la función religiosa del jefe de la horda primitiva. En las 2 coronas, la blanca y en forma de alto gorro o tiara del Alto Egipto y la roja baja gorra del Bajo, se resume la hazaña cultural de la unificación del país y la creación de una entidad de importancia política antes nunca conocida.

De las 5 dinastías que la ciencia moderna asigna al primer periodo de la historia egipcia, o sea, el llamado Imperio Antiguo, que durante las 2 primeras dinastías "tanitas" tuvo la capital en Tanis, y de la tercera en adelante, en Menfis, solamente la cuarta comienza a alcanzar relieve gracias a la "Piedra de Palermo", que nos revela algunas particularidades acerca del reinado de su fundador y gracias también a las 3 grandes pirámides erigidas en Gizeh. 
Con la misma dinastía, comenzó un período intermedio de trastornos internos que duro hasta la XI dinastía; en la actualidad al Imperio Medio se le asigna solamente las dinastías XI y XII. Siguió un segundo período intermedio que coincide con la presencia en el Delta de los hycsos, semitas invasores; después comienza la triunfante ascensión del Imperio Nuevo. En el último período, de decadencia y trastornos, el centro de la vida social, oficial y cultura se traslado hacia el Bajo Egipto; fueron capitales alternativamente, Tanis, Sais, Mendes, Sebenytos. A una dinastía de reyes sacerdotes y a 2 dinastías libias, siguió una etíope; después una nacional, que señaló un renacimiento espiritual y literario; tras el paréntesis que significo la dominación persa, reinaron en menos de un siglo las 3 últimas dinastías de faraones. La conquista por parte de Alejandro Magno, la dinastía de los Ptolomeos, la ocupación romana, la invasión árabe, son los principales hechos políticos que llevaron al gradual debilitamiento y extinción de todo lo egipcio.
Debemos leer  más de esta cultura egipcia en el siguiente link:

                      http://www.egiptomania.com/jeroglificos/articulo/cul_egip.htm


CULTURA CHINA

 La historia de China muestra más signos de independencia que cualquier cultura asiática, el pueblo chino no ha sufrido los efectos de grandes invasiones y gran parte de su cultura, como el sistema de escritura y numerosas facetas de su arte, apenas han variado en más de 3000 años. Sólo en fechas recientes se ha empezado a tener un conocimiento científico de la prehistoria China, a partir de las excavaciones arqueológicas iniciadas en la década de los veinte.
Los primeros habitantes de China de que se tiene noticia se establecieron en la cuenca del río Amarillo, esta zona, que solo es una pequeña parte de la China actual, se halla separada del resto del mundo de forma similar a la que pervive en nuestros días. Es más que probable que la mayoría de los pueblos pastoriles de la prehistoria que aprendieron la técnica del cultivo se vieran asilados unos de otros por barreras naturales como montañas y desiertos, con todo esto, el aislamiento chino no puede explicares sólo por estas razones.
Durante millares de años antes de que aparecieran las primeras dinastías de reyes, pueblos nómadas habían atravesado las llanuras y las murallas del hábitat chino, por ello es probable que algunos conocimientos y prácticas de la civilización llegaran a China procedentes de las sociedades medio-orientales.

Geografía
China, la segunda nación más grande del mundo, tiene una superficie de 11,418,174 km2 (incluida Mongolia). China es superada sólo por Rusia en términos de tamaño y es más grande que toda Europa y Oceanía. Ocupa una cuarta parte de la extensión territorial de Asia y aproximadamente una doceava parte del área de todo el mundo. Los límites de la antigua China eran: Al norte el Desierto de Gobi y Mongolia; al sur el Mar de China y las Selvas de Indochina, el este el Mar amarillo y el Mar de China y al oeste, las montañas del Tíbet y el Turquestán.
Los ríos que cruzan a la China son: el Hoang-Ho (río Amarillo) y el Yang-tse-Kiang (río Azul), estos dos ríos nacen en las montañas del Tíbet y desembocan en el Mar Amarillo. El Hoang-Ho, es de curso muy irregular y su extensión no puede compararse a la del Yang-tse-Kiang, ya que éste tiene 5000km de longitud y cerca de su desembocadura tiene 500km de navegación, con una anchura de casi 35km.
Los ríos de China han dividido a ésta en diferentes regiones, pero la cultura se ha desarrollado junto a las márgenes de estas vías fluviales. Por la extensión del país los climas son muy variables y por tanto su agricultura, así como su fauna, fueron también de una gran diversidad, el arroz constituyó, por la fertilidad de su suelo, el principal elemento de alimentación.En este territorio, de suelo fértil, favorable a la agricultura (cultivos de arroz, moreras, caña de azúcar, té, trigo, etc.) y a las labores mineras (yacimientos de cobre, oro, hierro y plomo), se estableció el pueblo chino, correspondiente a la raza mongólica, de pómulos salientes, ojos oblicuos, cabello negro y lacio, y tez mas o menos amarilla.
Como se sabe fue justamente en China, donde se localizaron los restos del Hombre de Pekín o sinanthropus pekinensis, a los que se les calcula una edad de cerca de medio millón de años, y se les considera contemporáneos de las razas más primitivas correspondientes al paleolítico inferior, se sabe que el hombre de Pekín conocía el fuego, era cazador y hacía de piedra sus cuchillos, sus martillos y sus raspadores.
Las dinastías
Según la tradición, el pueblo chino se originó en el valle del río Amarillo. Las leyendas hablan de un creador, P'an Ku, al que sucedieron una serie de soberanos celestiales, terrestres y humanos. Las pruebas arqueológicas son escasas, aunque fueron encontrados restos de Homo erectus, cerca de Pekín, que datan de hace 460.000 años. Hay pruebas fehacientes de la existencia de dos culturas con cerámica, la cultura de Yangshao (3950 a 1700 a. C.) y la cultura de Longshan (2000 a 1850 a. C.).  
  • Las dinastías primitivas:
La tradición dice que los Xia (1994 a 1766 a. C.) fueron la primera dinastía china hereditaria, que sólo desapareció cuando fue expulsado su último gobernante debido al poder tiránico que ejerció sobre su pueblo. Sin embargo, no hay restos arqueológicos que confirmen esta historia; y la primera dinastía de la cual hay evidencias históricas es la Shang. El último monarca Shang, un tirano cruel y libertino, fue expulsado por un enérgico Zhou de un estado en el valle del río Wei.

  • La dinastía Shang (1766 a 1027 a. C.):
La dinastía Shang gobernó en el territorio que ocupan las actuales provincias de Henan, Hubei, Shandong y la parte septentrional de Anhui, en el centro y norte de China. La capital, desde alrededor del 1384 a. C. en delante, estaba situada en Anyang cerca de la frontera norte de Henan. La economía estaba basada en la agricultura; se cultivaba trigo, cebada y posiblemente arroz. También se cuidaban gusanos de seda, y se criaban cerdos, perros, ovejas y bueyes. Se han encontrado recipientes de bronce, armas y otras herramientas, lo cual indica el conocimiento de la metalurgia y la existencia de artesanía. La sociedad creada por los Shang era aristocrática. Al frente estaba el rey, que presidía una nobleza militar y elegía a los gobernantes territoriales, que estaban obligados a ayudarle en sus empresas militares. Entre esta clase aristocrática y los plebeyos había un estrato sacerdotal culto que se ocupaba de los documentos de gobierno y era responsable de la adivinación. Los Shang adoraban a sus antepasados y a una multitud de dioses, el principal de los cuales era conocido como Shang Ti, el Señor en lo Alto.
El relato de la caída de la dinastía Shang que aparece en las historias tradicionales chinas sigue el modelo legendario de la defección de los Xia. El último monarca Shang, un tirano cruel y libertino, fue expulsado por un enérgico Zhou de un estado en el valle del río Wei. Situada en las franjas noroccidentales del dominio Shang, la cultura de los Zhou era una síntesis de los elementos básicos de la civilización Shang y ciertas tradiciones marciales características de los pueblos no chinos del norte y del oeste.


  • La dinastía Zhou (1122 a 256 a. C.):
Durante este periodo la civilización china se fue extendiendo gradualmente hacia el norte, ocupando el valle del río Yang-tse-Kiang. La amplia expansión por este territorio y el primitivo estado de las comunicaciones terrestres hicieron imposible que los Zhou ejercieran un control directo sobre toda la región; por lo tanto delegaron la autoridad en vasallos, cada uno de los cuales gobernaba por lo general sobre una ciudad amurallada y su territorio circundante. La jerarquía de estos estados de tipo feudal estaba encabezada por el señor, cargo que era hereditario; por debajo de él estaba la clase guerrera y en la base social se encontraban los campesinos y esclavos domésticos. Con el tiempo, estos estados vasallos se fueron haciendo cada vez más autónomos.
La sociedad Zhou estaba organizada alrededor de la producción agrícola. La tierra estaba dividida idealmente en extensiones cuadradas, cada una de las cuales se subdividía en nueve parcelas que formaban un espacio con forma de triángulo equilátero. Las ocho parcelas exteriores estaban asignadas a ocho familias campesinas, quienes unían sus esfuerzos y recursos para cultivar la parcela central propiedad de la clase dirigente. No está claro hasta qué extremo se utilizaba este sistema de distribución de tierras, pero las dinastías posteriores pensaron que era la manera más equitativa de dividir la tierra.
Las prácticas religiosas se correspondían con el sistema social jerárquico. Los Zhou creían en el poder que emanaba del Cielo, que autorizaba el poder de los reyes; éstos hacían sacrificios al Señor en lo Alto, ahora llamado Tian (Cielo) y a sus antepasados. El señor de los estados hacía sacrificios a la naturaleza local y a deidades agrícolas, así como a sus antepasados. Las familias individuales también ofrecían sacrificios a sus antepasados para evitar infortunios y calamidades.

  • Los Zhou del este:
Los reyes Zhou fueron capaces de mantener un control efectivo sobre sus dominios hasta que finalmente, en el 770 a. C., algunos de los estados se rebelaron y junto con invasores nómadas del norte expulsaron a los Zhou de su capital, cerca de la actual Xi´an. Con posterioridad, los Zhou establecieron una nueva capital hacia el este, en Luoyang. Aunque ahora estaban más a salvo de los ataques de los bárbaros, los Zhou del este no podían ya ejercer una gran autoridad política o militar sobre los estados vasallos, muchos de los cuales habían crecido hasta ser más poderosos que el poder central Zhou. Sin embargo, como guardianes del mandato celestial, los Zhou continuaron la práctica de confirmar el derecho de los nuevos señores a gobernar sobre sus tierras y por lo tanto permanecieron como jefes supremos hasta el siglo III a.C. Desde el siglo VIII al III a. C. tuvo lugar un rápido crecimiento económico y un profundo cambio social en el marco de una inestabilidad política extrema y un estado de guerra casi incesante. Durante estos años China entró en la edad del hierro; el arado de hierro tirado por bueyes, junto con más perfeccionadas técnicas de regadío, llevaron a conseguir mejores cosechas, que a su vez, mantuvieron el constante crecimiento demográfico, el cual estuvo acompañado por la aparición de una nueva clase de mercaderes y comerciantes. Se mejoraron las comunicaciones por el progresivo uso del caballo como animal de transporte.
La integración económica permitió a los gobernantes ejercer el control sobre mayores extensiones de territorio. Los estados situados en las fronteras exteriores de la zona cultural china se expandieron a costa de sus vecinos no chinos, menos avanzados, y al expandirse se estimuló y diversificó su propia cultura al adquirirse elementos culturales de las civilizaciones exteriores. Por ejemplo, por aculturación de las culturas no chinas del noroeste, los chinos de las regiones fronterizas adoptaron por primera vez el uso de unidades de caballería montada. Para los estados de la llanura del norte de China, la expansión significó una agresión contra otras organizaciones políticas que compartían la misma civilización básica, y la uniformidad cultural entre los estados tendía a promocionar el estancamiento cultural. Hacia el siglo VI a. C. siete poderosos estados sitiaron a los más pequeños y relativamente débiles de la llanura del norte de China.
Con la caída de la autoridad política de la dinastía Zhou y la aparición de poderosos estados periféricos, las relaciones interestatales se volvieron cada vez más inestables. Durante los siglos VII y VI a.C., se consiguieron breves periodos de estabilidad al organizarse alianzas interestatales bajo la hegemonía del miembro más fuerte. Sin embargo, hacia el siglo V a. C. el sistema de alianzas era insostenible y la China de los Zhou desembocó en el denominado periodo de los Reinos Combatientes (481-221 a. C.), caracterizado por la anarquía.
  • La dinastía Qin (221-206 a C.):
En el 221 a. C., el rey de Qin se autoproclamó Qin Shi Huangdi, o primer emperador de la dinastía Qin. El nombre "China" deriva de esta dinastía.
Con la ayuda de un ministro legalista, Li Si, el emperador unificó el mosaico de estados feudales en un imperio administrativamente centralizado y culturalmente unificado. Se abolieron las aristocracias hereditarias y sus territorios se dividieron en provincias gobernadas por burócratas nombrados por el emperador. La capital de Qin, cerca de la actual ciudad de Xi'an, se convirtió en la primera sede de la China Imperial. Se adoptó un sistema de escritura y su uso se hizo obligatorio en todo el Imperio. Para promocionar el comercio interno y la integración económica, los Qin unificaron los pesos y medidas y la acuñación de moneda. Se adoptó la propiedad privada de la tierra y se aplicaron leyes e impuestos con igualdad. La búsqueda de la uniformidad cultural llevó a los Qin a no legalizar muchas escuelas filosóficas que habían florecido a finales del último periodo Zhou. Sólo se dio la aprobación oficial a los legalistas y en el 213 a. C. se quemaron los libros de todas las otras escuelas, a excepción de los ejemplares que se guardaban en la biblioteca Imperial Qin.
El primer emperador también intentó extender las fronteras exteriores de China. En el sur sus ejércitos marcharon hacia el delta del río Rojo, lo que en la actualidad es Vietnam. En el sudoeste su dominio se extendió para englobar la mayor parte de las actuales provincias de Yunnan, Guizhou y Sichuan. En el noroeste sus conquistas alcanzaron Lanzhou, en la actual provincia de Gansu y el noreste, un sector de lo que hoy es Corea, reconoció la soberanía de los Qin. El centro de la civilización china, sin embargo, permaneció en el valle del Huang He. Aparte de la unificación y expansión del Imperio, el logro más conocido de la dinastía Qin fue la terminación de la Gran Muralla china.
El coste económico y humano de las conquistas extranjeras de los Qin y la construcción de la Gran Muralla y otras obras públicas fue enorme. El peso siempre creciente de los impuestos, el servicio militar y los trabajos forzados crearon un hondo resentimiento contra la dinastía Qin entre las clases populares del Imperio. Además, las clases intelectuales estaban ofendidas por la política gubernamental de control del pensamiento, en especial la quema de libros. El sucesor de Qin Shi Huangdi cayó bajo la influencia de un astuto eunuco de palacio. Siguió una lucha por el poder, mutilando la administración central y el pueblo indignado se levantó en una rebelión.

Debemos mirar los siguientes links que nos guiará a los videos que nos habla de esta extraordinaria cultura






Organización económica y social

En el principio la organización de los chinos estuvo basada en la agricultura pero posteriormente fueron creadas las industrias. Entre ellas pueden mencionarse la de la metalurgia, especialmente el bronce, ya que el hierro fue utilizado para la armería en épocas muy cercanas a Cristo. Otras industrias importantes de esta cultura, fueron la porcelana y la seda, la originalidad de estos productos hizo que desde épocas muy remotas los chinos tuvieran un gran comercio, que llegó a prolongarse hasta el mundo mediterráneo.

En cuanto a la organización social y política de China sólo se conocen datos precisos desde la dinastía Chou, aunque la división territorial del país era un tanto ficticia, pues la forma en que estaba dividido el territorio era basándose en el feudalismo o señoríos de príncipes. Fueron los Tsing los que establecieron el absolutismo, pero este sistema de gobierno no duró mucho, ya que los Han volvieron al antiguo sistema feudal.
Las clases sociales en China fueron integradas: la primera por una aristocracia que dominaba las funciones políticas y religiosas, la segunda, por los funcionarios del estado o burocracia que degeneró en una rutina mecánica; y la tercera estaba constituida por artesanos y campesinos. Es indiscutible que un pueblo como el de China, tan invadido por tribus bárbaras, debió contar con una esclavitud muy pronunciada y, por lo tanto, esta organización no pudo conservarse indefinidamente a causa de las invasiones mencionadas.